Valverde del Fresno, denominado Valverde de la Sierra en época medieval y ubicado en el valle del Jálama (Xálima), en la parte más occidental del la Sierra de Gata, duerme acurrucado junto a las montañas con su valle abierto hacia el suroeste.

Sus condiciones geográficas lo convierten en tierras de frontera haciendo de puerta de acceso a Portugal y Castilla.

Poblado desde la edad de hierro, pasando por romanos y sus minas de oro (“los vieiros”) o los musulmanes, todos ellos dejaron por estas tierras vestigios de su presencia. La historia escrita comienza a partir de 1212 cuando Alfonso IX anexionó la Sierra de Gata definitivamente a la corona de León.

Con la repoblación posterior Valverde pasa a ser una aldea dependiente de la Encomienda de Salvaleón, perteneciente a la orden de Alcántara. Debido al declive de Salvaleón la sede de la encomienda se traslada a Eljas, lo que hace que Valverde tome protagonismo y se convierta, en pleno siglo XVII, en una villa independiente.

El caserío original se asienta sobre un alto junto a la rivera de Sabugal, tomando como principal eje el trazado del antiguo camino a Castilla que cruza la bella plaza de traza irregular sobre la que se concentra el resto del casco antiguo. En el extremo sur, sobre un promontorio ya fuera del casco original, se ubicó la iglesia en la plaza “du Forti”.

Aunque el moderno desarrollo del municipio parece cubrir su pasado, el viajero curioso puede paseando entre rincones descubrir fachadas de bella sillería, mampostería o entramados de madera y adobe, sorprenderse con las labras de cantera de puertas y ventanas, ménsulas y balcones, las carpinterías de madera y cerrajerías de bella traza. Todos ellos testigos de la historia.

El entorno sorprende por su diversidad. El norte está ocupado por altas y escarpadas cumbres graníticas que tornan en más suaves hacia el oeste, camino de la sierra de Malvana y sus bosques de pinos. El este lo ocupa el valle del Jálama donde las tierras de robles y afloramientos de batolitos se hacen dueños del terreno. El suroeste es un sinfín de laderas redondeadas con tierras de olivos, pastos, dehesas que se ven interrumpidas por los angostos valles en cuyos fondos discurren serpenteantes los distintos ríos, entre ellos el Eljas.

Cuenta Valverde con muchos y variados elementos de interés como la Iglesia de Nuestra Sra de la Asunción, La ermita del Santo Cristo, el Rollo, el puente sobre el arroyo del Malnombre o las vistas desde el mirador nuevo. De su entorno destaca la ribera de Sabugal con su piscina natural, el sendero a la ermita del Espíritu Santo y la fortaleza de Salvaleón.

Merece mención su singular habla, “a fala”, un tesoro lingüístico declarado Bien de interés Cultural, vivo desde tiempos de la reconquista allá por el siglo XIII y que los vecinos han venido utilizando hasta hoy.

Por San Blas en Valverde a los caballos verás. Una singular celebración en la que los jinetes a lomos de sus equinos toman las calles con sus vertiginosas carreras que, al llegar la noche, son iluminadas con las antorchas que portan. Las vecinas vestidas con sus artesanos y laboriosos típicos trajes de sayas aportan el toque de color que sirve de ornamentación a este singular homenaje al santo.